Villa Bosch
Un poco sobre historia
La historia de esta localidad comienza cuando la Familia Bosch se instala en una residencia en la zona, tras la epidemia de fiebre amarilla de 1871. Si bien otras familias, también se asentaron con el mismo motivo, las fértiles tierras pertenecieron a esta familia durante más de cien años.
En 1931 se realiza el primer loteo, la zona comienza a desarrollarse y aparecen las primeras casas. En 1934 llega el alumbrado público y en 1935 se realiza un nuevo loteo.
- La pequeña Italia: A partir de la segunda mitad del siglo XX fueron muchos los italianos que se asentaron en la localidad de Villa Bosch, por eso se la conoce como la Piccola Italia o la Pequeña Italia. Los datos del censo de 2001, indican que el 75% de la población tenía procedencia italiana. Un desafío entretenido para realizar es visualizar los nombres de los comercios y locales gastronómicos, muchos de ellos son italianos.
Plaza San Leonardo Murialdo
En 1944 se inauguró con el nombre de General Francisco Estanislao. En 1945 se inauguró su mástil gestionado por la Asociación de Fomento.
La actual denominación es en homenaje al sacerdote italiano Leonardo Murialdo (1828-1900) quien se ordenó en 1851 y fue director del Colegio Los Artesanitos en Turín. Fundador en 1973 de la Sociedad Pia de San José Turín, más conocida como Josefinos de Murialdo destinada a la educación de infancias y juventudes. Fue beatificado en 1963 y canonizado en 1970.
En la plaza encontramos una escultura de Alberto Arregui de 1994 a San Leonardo Murialdo en cemento policromado y el «Monumento a La Familia», una obra dedicada a la Escuela Nro. 16. Obras también de Alberto Arregui, realizadas en 2010 son los murales «Homenaje a Nuestra Bandera» y «Palomas y Primavera».
En 1944 la hija del Dr. Bosch hizo levantar una capilla en la manzana de su propiedad y frente a la plaza que luego quedó a cargo de los josefinos. La plaza se reinauguró en 2021 con nuevas zonas deportivas y juegos infantiles.
Plaza Esteban Echeverría
Su nombre es un homenaje al escritor que estudió en la UBA y vivió en París. Al volver, organizó la Asociación de la Joven Generación Argentina, nucleando a la generación del ´37 preocupada por derrocar al régimen rosista. Su obra más importante fue “El Matadero” (1871).
En la plaza encontramos cuatro obras de Alberto Arregui; tres esculturas policromadas: «Esteban Echeverría», «Homenaje a La Madre», «Homenaje a los inmigrantes» y un bajorrelieve «La Cautiva». Éstas esculturas fueron restauradas junto a la renovación de la plaza en 2021.
Por una ordenanza en 1996 el nombre de la Plaza es “Santa María de Mattias”, homenaje a la santa italiana de la iglesia católica y fundadora de las Adoratrices de la Sangre de Cristo. Pero popularmente siempre se la reconoció como Echeverría.
Plaza Manzanares
La plaza se utiliza desde 1978. En Loma Hermosa encontramos la calle José Morganti (1903-1958) que homenajea a una persona vinculada a la historia de este espacio. De origen italiano, llegó joven al país radicándose en Luján. En 1933, se trasladó a la zona de Loma Hermosa, en razón de que la familia Bosch le solicitara la organización de un cultivo de manzanas, en una superficie de 30 hectáreas que provocó que se conociera a la zona como “manzanares”
En la Plaza encontramos la escultura policromada «Lo que el amor nos da» de Alberto Arregui, un homenaje del Centro Vecinal Manzanares y un «Monumento al Padre Pío de Pietrelcina», la plaza es nombrada con frecuencia como “Padre Pio”.
Estación de Villa Bosch, Ferrocarril Urquiza
La estación del Ferrocarril Urquiza se llamó km. 11 y luego Parada Bosch. Los terrenos fueron donados por la viuda del Dr. Bosch.
El edificio de la estación se levantó en 1932, fue obra de los constructores Castiglioni y Colombo. La estación fue proyectada tanto para cargas como para pasajeros. En 1934 nació a instancias de residentes y compradores de terrenos la Asociación de Fomento de Villa Bosch, teniendo lugar en el hall de la estación la reunión fundacional.
Paseo de los eucaliptos, Dagmar Hagelin
En 1954, como festejo del Día del árbol, se inauguró un vivero de eucaliptos en las inmediaciones de la estación. Se llama Dagmar Hagelin, es una conmemoración a una adolescente de origen sueco que fue secuestrada durante la dictadura de 1976-1983, vecina de la localidad.
Taller de Alberto Arregui
Porteño por nacimiento y boschense por adopción, Alberto Arregui fue un incansable trabajador del arte.
Numerosos espacios públicos de Tres de Febrero cuentan con obras suyas. Artista público, como él mismo se denominara, vivió plenamente de su relación con la gente, logrando que su taller, al que denominó Madre Atómica, se transforme en un ícono del barrio, al que llegó en 1965.
Preguntado por el nombre «Madre Atómica» respondió que él no le ponía nombre a sus trabajos, que el nombre surgió por el comentario de un vecino quien dijo que esa estatua que mostraba parecía «que iba a explotar como una bomba atómica», de allí nació la denominación.
Paseo de las Esculturas
Ubicado en terrenos ferroviarios, un grupo de vecinos encabezados por el escultor Alberto Arregui presentaron un proyecto para realizar este paseo.
Así el mismo escultor donó la escultura «Pichonzuelo del Paraíso» y «Homenaje a Juan Manuel Miranda» (2016). Luego se fueron sumando «En Nuestras Manos» de Arregui y Goldemberg (2016), «Il Bambino»(2017), «Homenaje a Noemí Soria» (2018) y «El Suplicante» (2019).
Las esculturas fueron restauradas en diciembre de 2021 por un grupo de ex-estudiantes del maestro, quienes organizaron a su vez un homenaje en su memoria.
Espacio Sebastián Barreiros
Nombre otorgado en 2019 por decreto en memoria a la menor de las víctimas del atentado a la AMIA. Encontramos allí una escultura de «Donatello», dibujo favorito de Sebastián iniciada por Arregui y culminada por Fiorella y José Luis Marconetti, discípulos del maestro en 2021. También presenciamos murales que lo recuerdan.
Artistas convocados por la AMIA han homenajeado a su memoria como Piñón Fijo y Pedro Aznar, quienes compusieron “Ronda de la Paz” mientras que Eduardo Sacheri escribió “Futuros negados” cuyo clip tiene voz de Diego Peretti. En éste se cuenta que Sebastián le dijo a su maestra de jardín que quería ser presidente para “pagarle mucha plata a los jubilados”.
Plazoleta de los inmigrantes
Fue inaugurada en 2006. Tiene emplazado El Monumento «Madre de los Inmigrantes», realizado por Alberto Arregui en 1991 en cemento policromado.
Plazoleta Aldo Della Rosa
Homenaje al Dr. Aldo Della Rosa (1927-1979) quien vivió en la zona de Tropezón. En 2009 se instaló una roseta en su honor realizada por Alberto Arregui.
Martín Coronado
Un poco sobre historia
Las tierras que hoy ocupa Martín Coronado fueron en el siglo XIX, por un lado, propiedad de Mariana Boubner de Kratzenstein y, por otro, Leonardo Pereyra. En 1912 se autoriza la construcción de una vía de carga con el Ferrocarril Buenos Aires al Pacífico, habilitada en 1913 con el nombre de Caseros. Su nombre se modifica en 1921 por iniciativa vecinal y con el fin de homenajear al destacado vecino recientemente fallecido: Martín Coronado.
En 1926, a la plaza que se encuentra junto a la estación, se le designa el nombre de Tres de Febrero en memoria de la Batalla de Caseros de 1852. En 1930 se produce un nuevo loteo y comienza a ser necesario mejorar el tendido eléctrico y la pavimentación.
En la década del ´40 la población estaba conformada por 2500 habitantes. En 1950 el HCD de San Martín aprueba una ordenanza que dispone no autorizar la instalación de industrias en la zona, a su vez, unifica por ordenanza bajo el nombre de Martín Coronado diversas
villas: Pueblo Nuevo, Villa Barboza, Villa Amianot y Villa Lacroze. En esta década también llega la pavimentación.
En 1945 los vecinos crean la primera sala de auxilios; en 1958 se crea la parroquia de Martín Coronado; en 1963 se crea el Club Social y Deportivo Martín Coronado, que en 1939 se transforma en Sociedad de Fomento.
Castillo Betharran M. Coronado
Se trata de un viejo castillo de estilo francés construido en 1880. Sus medidas son 60 m de largo por 12 m de ancho y 10 m de alto. El castillo en realidad fue construido para la congregación de sacerdotes en verano cuando realizaban retiros espirituales.
La historia comienza por 1838 con el Padre Miguel Garicoits funda en Betharram la Congregación del Sagrado Corazón de Jesús de Betharram, más conocida como los bayoneses por ser originarios de Bayonne, la capital del País Vasco francés. Por aquel entonces, en la Iglesia adjunta se habían levantado diez altares y se programaban hasta cuarenta misas diarias.